martes, 21 de diciembre de 2010

Enero y Febrero

Libro recomendado en Enero.-


La frase del mes: Para "ocuparse", primero hay que "preocuparse", pero nunca ha de hacerse de manera obsesiva.

 



Veamos un capítulo del libro: 

¿Qué os imagináis?

(Pintura y argumento de: Joan Tuset i Suau)

  • -  Señores, esta tarde iremos al Museo de Arte Central, donde veremos diversas obras, pero una en especial que nos servirá de ejercicio de imaginación. – Dijo el profesor de pintura a los alumnos de la Academia de Arte Contemporáneo.

  • -  ¿Podremos llevar la máquina de fotos o hacer fotos con el móvil?

  • -  En absoluto. Si necesitáis ver la obra más veces, os acercáis al museo, que no está tan lejos, y tomáis los apuntes que convengan.

  • -  ¿Y de qué se trata, si puede adelantarnos algo?

  • -  No. Tan solo que llevéis la mente despierta a lo que veáis, y la imaginación a punto.

  • -  ¡Pues vaya pista! Ya por la tarde en la entrada del museo, el profesor, en tono distendido, les dijo:

    • -  Ya que estamos aquí, veremos algunas pinturas de pintores famosos nacionales, y a la vista de ellas, me podréis hacer las preguntas que creáis oportuno. Por mi parte trataré de contestarlas lo mejor que sepa.

    • -  Pero usted nos dijo que habría una en especial.

    • -  Cierto. Pero esa la veremos al final.

      Pasaron de sala en sala, y cuando llegaron a la que estaba la pintura sobre la que tendrían que hacer un ejercicio, dijo:

- Aquí la tenéis. Mirarla con detalle: 

Al cabo de quince minutos, el profesor les dijo a sus alumnos:

  • -  Quiero que cada uno tome los apuntes que quiera, y que mañana, a modo de ejercicio, me entreguéis un informe diciendo qué os sugiere, qué pretende el pintor que vean los que contemplen su obra.

  • -  Si pudiéramos hacer fotos, nos ayudaría para hacer el ejercicio.

  • -  Ah, amigo. Pues no, se trata de que observéis la obra con atención y pongáis vuestra imaginación a prueba. De todas maneras, os diré algo para que os pueda ayudar.

 El espejo, reflejo de agua o de cristal, con su misterio, y a veces mágico, hace posible, para a quien no le dé miedo la verdad, el encontrarse consigo mismo.

El espejo que nos sorprende con aquella imagen de nosotros que no esperábamos, nos dice, lo que somos o, ya no somos, y ello mostrándonos nuestra realidad.

A veces nos preguntamos, quién soy, el que se mira en el espejo o el otro que me mira desde dentro del espejo.

Y con esto, ya os he dicho demasiado. Hasta mañana. 




Libro recomendado en Febrero.-

 
La frase del mes: Trata de no recrearte en recordar los momentos tristes y desgraciados. Pero si lo haces, que sea solo lo mínimo y para aprender de ellos para que no vuelvan a repetirse.


Una breve reseña del libro podemos verla seguidamente, así como la breve biografía del escultor que creó la escultura.

Mariano José María Fortuny y Marsal nació en una casa del Raval de Robuster de Reus el 11 de junio del 1838, que quedándose huérfano muy de niño, su abuelo asumió la tutoría del insigne pintor. Valedor de su nieto, favoreció su formación artística de la mano del pintor reusense Doménech Soberano y del platero orfebre también reusense Antoni Bassa.

En1852 se trasladó a Barcelona en compañía de su abuelo y entró a trabajar en el taller del escultor Domingo Talarn, quien ilusionado con los adelantos del joven, le gestionó una pensión de la Obra Pía y matriculación gratuita en la Escuela de Bellas Artes de La Llotja.

En 1858 se traslada a Roma con una pensión de la Diputación de Barcelona, donde conocerá al artista español Eduardo Rosales. Sin embargo, poco pudo estar en Italia, la misma Diputación de Barcelona le encargó en 1860, al estallar la guerra contra Marruecos, que viajara a ese país junto a Pedro Antonio de Alarcón, para convertirse en el cronista gráfico de la contienda. No cabe duda de que influyó de que fuera Fortuny a África, el que mandara el general reusense Juan Prim el regimiento allí destacado.

En Marruecos se liberaría Fortuny de convenciones y academicismos, para pintar temas orientales con abundante luz y planicies abiertas. Su obra más significativa entonces fue “La batalla de Tetuán”.

A su regreso a Europa volvió a Roma, pasó por Madrid y París, pero en el 1862 volvió a África donde pintó el “Árabe muerto”. De nuevo en Roma se instala en la villa del papa Julio  que la convirtió en museo. En 1866 hace un viaje a Madrid donde al año siguiente contrajo matrimonio con Cecilia de Madrazo, hija del notable pintor Federico de Madrazo. Poco después pintó su obra maestra con rasgos impresionistas “La Vicaría”, que aunque quiere representar a su parroquia de Madrid, hay quienes la identifican con la vicaría del prioral de Sant  Pere de su ciudad natal.

En el 1868 los Fortuny se instalan en Granada, donde pintará diversas obras y atraerá a diversos amigos de París, como Martín Rico, Jules Worms y Eduardo Zamacois. Hizo cortos viajes a Londres y a Nápoles, volviendo de nuevo a Roma el 9 de noviembre del 1874. Último viaje, pues el 21 de ese mismo mes moriría en la capital italiana. Hay quienes dicen que murió de malaria complicada con problemas gástricos causados por el vicio de chupar los pinceles. Otros más tremendistas dicen que murió envenenado por las pinturas de los pinceles puesto que los limpiaba con su saliva al chuparlos.



·     Viladomat, Josep
Nació en Manlleu (Barcelona) en el año 1899.
Fue discípulo del escultor catalán Joan Borrell Nicolau, y trabajó en los talleres del escultor barcelonés Eusebi Arnau i Mascort, con quien trabajó en el retablo de la Iglesia basílica de Santa Engracia de Zaragoza.
Participó en el grupo de Los Evolucionistas, fundado en 1917, junto a Rebull y Granyer, que trataba de reaccionar al modernismo buscando el realismo en los barrocos catalanes.
En sus últimos años residió en Andorra, donde tiene un museo dedicado a su obra, Centro de Arte. Murió en Escaldes-Engordany (Andorra) en 1989.
Ha realizado numerosas obras, entre las que podemos destacar:
-       Monumento a Fortuny, en broce (Reus)
-       La Puntaire, Parque de Montjuic (Barcelona)
-       Maternidad, Plaza Cataluña (Barcelona)
-       Piedad, Monasterio de San Juan de las Abadesas (Gerona)
-       San Francisco de Asís, Monasterio de Montserrat (Barcelona)
-       Monumento a la República (Barcelona)
-       La Fuente del Centenario (Tarragona)

Marzo y Abril

Libro recomendado para Marzo.-

 



La frase del mes: Si tienes pareja, ámala sin egoísmo. Y aunque no es el objetivo, ella te dará fuerzas, para sobrellevar los sinsabores que la vida lamentablemente tiene.
 

Veamos un episodio del libro:

Al chapado, le han capado la boina

Chapado: Dicho de una persona: Muy apegada a los hábitos y costumbres de sus mayores.

Capado: Participio del verbo: Capar. Extirpar o inutilizar los órganos genitales. / Disminuir o recortar.

  • -  Hijo, con este frío, llévate al colegio esta boina del abuelo, de esa manera no pasarás frío por la cabeza, y así no te constiparás.
  • -  Pues sí, papá. Aunque esas boinas hace años que a no se llevan, a mí me gustan.

  • -  Ya lo sabía, porque tú estás chapado a la antigua. Eres más antiguo que el abuelo, que ya es decir.

  • -  Y tú, ¿no llevabas boina de joven?

  • -  Si, pero como se me caía el pelo, dejé de llevarla.

  • -  Por eso, y porque a mamá no le gustabas con boina.

  • -  Las dos cosas. Pero reconozco, que cuando hace frío es práctica.

  • -  Bueno papa, me voy que se me hace tarde.

  • -  Muy bien adiós.

    Se fue al colegio con la boina negra, nueva como si la estrenase, y a la vuelta a casa:

  • -  Hola papá. ¿Dónde está mamá?

  • -  En la cocina ¿por qué?

  • -  Nada. Porque quiero que me cosa una cosa.

  • -  Uy, uy. A ti te pasa algo.

  • -  Nada, nada.

  • -  Nada no. ¿Qué es?

  • -  Que me han capado.

  • -  ¿Qué te han capado? Imposible, estarías en el hospital.

  • -  No, amíno, a la boina.

     ¿Con h o sin h?

  • -  Ah, que te han cortado el rabito que tiene la boina arriba en el centro.

  • -  Si, Eso.

  • -  Pero, si tú eres un profesor. Y se supone que entre vosotros hay un respeto.

  • -  Eso creía yo también. Pero los compañeros al ver que llevaba una boina nueva, con un rabito tieso en lo alto, dijeron: ¡Boina nueva. Al capado! Y, todos se me echaron encima para quitarme la boina, y lo consiguieron

  • -  Ya se ve, que sois como críos. Mejor dicho, son, porque tú estás chapado a la antigua y mantienes un respeto por los demás.

  • -  En fin. Le pediré a mamá que me cosa el agujerito que me ha ocasionado el capado.

  • -  Pero a ver como se lo dices, no empieces diciéndole que te ha capado ... Se preocupará. Dile mejor: ¿Te acuerdes de la boina que me comprasteis? Pues el pitorro de arriba, ya no está.

  • -  Jo. Que difícil resulta todo. No si al final voy a tener que dejar la boina en casa.

  • -  Mira, haz lo que quieras. Pero si estás con nosotros ya con cuarenta años, habrás de soportar nuestras normas.

  • -  Vale, vale. Cuando me toque el gordo de la lotería, me compraré un piso, y me iré.

  • -  ¿Lotería? Pero si solo compras un décimo de 6 euros. Aun que te toque el primer premio, no tienes para comprarte un piso.

  • -  Bueno, venga. Mamá, ¿sabes de aquella boina negra que tenía

    un rabito arriba? Pues ya no lo tiene.

  • -  Y eso hijo ¿Qué le ha pasado?

  • -  Pues que me la han capado.

  • -  ¿Capado?

  • -  No. Chapado. Que le he puesto una chapa para que no se me

    perdiera, y al quitársela se le ha caído el rabito.

  • -  Anda ya, embustero. Que lo he oído todo, que te la han capado.

  • -  Jo, mamá, que no se te escapa una. 




Libro recomendado para Abril.-

 

 
La frase del mes: ¡Siente la ilusión por hacer algo que te guste!, y si no la tienes, búscala. Una persona sin ilusiones es una persona muerta aunque no lo esté físicamente.

Veamos un episodio del libro:

¡Vaya con la basura!

 Me supongo que nadie se sentarán aquí, pues el olor de la basura, hará insoportable estar ni un minuto. Veamos pues.

  • -  Me sentaré aquí un momento, pues no puedo más.

  • -  Hombre, no es para tanto. ¿Porqué no nos sentamos en aquel otro banco?. Aquí huele que apesta.

  • -  Luego, espera que me recupere, pues tengo los pies molidos de tanto que hemos andado.

  • -  Bueeeeno.

  • -  Pero tu te has dado cuenta de las vueltas que hemos dado para conseguir zapatos del 34.

  • -  Dímelo a mí que he ido contigo y veía como en ninguna zapatería había. Y eso que hemos entrado a casi todas las de la ciudad.

  •  -  Tu te crees que hay derecho a eso. En todas nos decían lo mismo: “ya no fabrican del 34 pues a las fábricas de zapatos no les trae cuenta hacer números tan pequeños”.

  • -  Puñeta, que los pongan más caros si conviene, pero los que tenemos los pies pequeños ¿qué hacemos?

  • -  Neeene. ¡Ten cuidado que casi nos das con la bolsa de la basura!

  • -  Te has dado cuenta, que mal criado, pues ni siquiera ha pedido perdón.

  • -  ¿Perdón?, eso es lo de menos. Mira donde ha dejado la bolsa de la basura de plásticos para reciclar.

  • -  ¿Dónde?. Ya lo veo, en uno de los agujeros del contenedor. Y los que vengan detrás ¿por dónde los meten si otro niñato hace lo mismo en la otra boca?

  • -  No solo son los jóvenes los inconscientes, también los mayores. Que hacen lo mismo, o si lo hacen sus hijos no le recriminan el mal obrar.

  • -  Pero, sabes que al hablar de jóvenes me ha venido una idea para eso de los zapatos pequeños.

  • -  ¿Cuál?

  • -  Pues que si no encuentras zapatos de tu número, tienes la solución en ir a por calzado a zapaterías para niños y jóvenes.

  • -  Pues tienes razón. Aunque el día de mañana vayan a calzar un 43, todos han de pasar por una edad que calcen un 34.

  • -  Mira a ver como te va esa solución.

  • -  Pues sí. Pero otro día, pues hoy estoy cansadísimo.

  • -  Bien. Y si quieres que te acompañe, dímelo.

    Pues yo no soporto el hedor, me voy a otro banco. Pero bien pensado, todavía hemos de estar contentos de que haya contenedores de basura con solo una boca libre, pues en más de una ocasión, gente sin escrúpulos le prenden fuego a los contenedores. 

  • ¡Madre del amor hermoso! 


 

Mayo y Junio

Libro recomendado para Mayo.-


 
La frase del mes: ¿Por qué tengo yo que tener de todo y otros tan poco o nada?


Alguna frase y un episodio del libro podemos ver, así: 


-       Mirad, si el trabajador no está motivado en su trabajo, y no sólo en temas de seguridad, es un esfuerzo baldío lo que se haga en información y formación. Todo aquello que le digas, le entrará por un oído y le saldrá por el otro.

-       Si has conseguido motivarlo y concienciarle en seguridad, lo siguiente que hay que hacer es darle información sobre temas de prevención. Seguidamente, formarlo en la teoría y la práctica, incluyendo de vez en cuando algún simulacro de emergencia. Pero, hasta ahora, esos tres conceptos no cuestan apenas dinero, o muy poco comparado con el cuarto punto: los medios. Eso incluye no sólo las prendas de protección personal y colectiva, sino el tener las instalaciones en buen estado, ¡ah!, y eso ya es otro capítulo.

-       Tened en cuenta que el fallo de muchas empresas es que hablan mucho de seguridad pero cuando llega el momento de revisar el estado de las instalaciones y bajar los riesgos en los puestos de trabajo no hacen los esfuerzos que deben, y de eso se da cuenta el trabajador. Tú no puedes decir una cosa y luego hacer otra, perderías la credibilidad y eso es lo que nunca hay que perder.

-       Oye, pero, ¿quién define qué motivación, información, formación y medios hay que proporcionar?

 En cuanto a uno de los refranes:

Ara con niños, y segarás cardillos

No es la mejor solución para bajar gastos encomendar los trabajos a personal incompetente.

Reducir gastos es importante es para el empresario, pero muchas veces cree que es la única solución, cuando los mayores beneficios se obtienen aumentando ventas, lo que no significa que haya que derrochar.

Sin embargo, algunos, obstinadamente se empeñan en bajar costos a base de encomendar  trabajos a personal inexperto, y eso a lo que le lleva es a tener accidentes, a perder calidad e, incluso, a un mayor gasto por emplear más tiempo de lo que tardaría un obrero experto.

Así, pues, exigir que tenga formación suficiente el personal de contrata es básico y necesario, si bien los conocimientos sobre los riesgos específicos en la empresa contratante no son delegables, han de impartirlos la empresa que contrata, ya que es quien mejor los conoce.

-       Araceli, ya no me llevo más los niños al campo.
-       Pues aquí no los dejes, que cuando no hay escuela me ponen la casa manga por hombro.
-       Si, pero peor es lo que me hicieron ayer en la era, metieron una lagartija en el botijo después de echarle media botella de aguardiente y se la dieron a beber a Marcelino.
-       ¿Y qué pasó?
-       Pues nada, que cogió la hoz y segó el trigo, la avena, los cardillos y, si no ando listo, las habas.
-       Pues ya sabes qué es lo que te conviene beber, que ya llevas más de tres gatillazos seguidos.



Libro recomendado para Junio

 
La frase del mes: ¿Me merezco yo estar sano, con medios económicos suficientes y sentirme amado? He de tener en cuenta de que, hay personas muchos mejores que yo y lo pasan mal.


 Algunos apuntes del método nos dicen:

Hemos leído problemas, toma de decisiones y  problemas potenciales dentro de las explicaciones de los pasajes de un cuento, pero aunque en tono de humor, nos da una pincelada de qué trata el libro y de por dónde van las cosas. Efectivamente, aunque trataré de dar unas pautas para analizar problemas, arrastraremos continuamente las tomas de decisiones, unas veces porque las confundimos con los problemas y otras porque una vez conocida la causa, ya no hay problema, pero aparece la toma de decisión para poner en práctica la solución y así erradicar el problema.

Así que iniciemos la enseñanza diferenciando lo que es problema, desde nuestro punto de vista para el análisis, de lo que son otros tipos de problemas. Veamos algunos ejemplos que nos ayuden a diferenciar unos de otros, si bien en todos los casos pudiéramos decir que estamos ante un problema:

1)    Un tren que sale desde Tarragona y se dirige a Córdoba, que está a una distancia de 850 km., va a una velocidad media de 100 km/h, y otro lo hace en sentido contrario a 130 km/h también de velocidad  media. ¿Dónde se encontrarán si salen al mismo tiempo?

2)    A Juan le duele el estómago desde hace un mes y no sabe por qué.

3)    Desde que se cambió el ácido sulfúrico por ácido clorhídrico, las tuberías de entrada al neutralizador se perforan frecuentemente. 
4)    Mi mujer mantenía frecuentes conversaciones conmigo y ahora ya no lo hace.

El primer caso, los trenes que van en sentido contrario y han de encontrarse en no se sabe qué lugar, es un problema puramente matemático o físico y su solución ha de encontrarse por métodos técnicos.

Los otros tres casos son problemas apropiados para encontrar las soluciones por el método que nos ocupa. De todos modos a veces creemos que tenemos un problema y en realidad se trata de una toma de decisión.
  
¿Cuál es entonces la diferencia entre problema y toma de decisión? Definamos como problema: Situación diferente a la esperada y no deseada, motivada por una o varias circunstancias o causas desconocidas. Y por toma de decisión:   La acción a adoptar para eliminar la causa o causas conocidas que dieron origen a la situación diferente de lo esperada y no deseada.

En muchas ocasiones podemos creer que estamos ante un solo problema y en realidad es lo que llamamos un enjambre de problemas y tomas de decisiones mezcladas. En este caso habremos de segregar las tomas de decisiones y analizar problema por problema separadamente.
 Aunque el método de análisis es uno, no siempre la forma de actuar es la misma por todos aquellos que se ponen ante el problema a resolver. Así hay entre muchos tipos de personas diferentes, las intuitivas, otras que se basan mucho en su experiencia, otras indecisas y otras testarudas que se cierran en su opinión no y ven otra cosa.

Aquellas que están entre las intuitivas, se les conoce porque en alguna ocasión del proceso de análisis se les oye decir “me da la corazonada de que la causa del problema es..... , mira que te digo”.
 Si formamos grupo con alguno que se considera como experimentado, le oiremos decir “ya me pasó en una ocasión un problema igual, y la causa fue ....”.
 Cuando estemos con un indeciso, si nos controlamos los nervios, no faltará el oír aquello de “lo más probable es que sea ...., pero igual también puede ser ...., en fin no sé”.
 Finalmente, no olvidemos a los testarudos, como crean que están ante la verdadera causa, prepararos para escuchar  “dejaros de tonterías, dos más dos son cuatro, y aquí es igual, no hay otra causa que origina el problema que...”.

Un ejemplo es:
:

·     Todas las bombas centrífugas pierden por el cierre
  
Se trata de otro problema real. Cuando digo “bombas”, me refiero a bombas centrífugas para vehicular líquidos. Siendo éstas, concretamente, las que recogen los disolventes del fondo y mitad de las columnas de destilación de una nueva planta, por entonces, para la fabricación de disolventes.

Esas bombas fabricadas en la década de los sesenta tenían como novedad, al menos para nosotros, de que el dispositivo que impedía que el líquido trasegado saliera al exterior fuese un cierre mecánico. Esto suponía un avance técnico frente al clásico entonces de empaquetadura de asbesto, ya que no gotearía nada de líquido de las bombas, o sea que no perderían.

Aquellas bombas fueron adquiridas con serias exigencias de calidad, incluyendo como es natural certificados de prueba, ensayos que se hicieron en el banco de pruebas del fabricante. Cosa que efectuó con resultado satisfactorio como pudimos comprobar por los documentos recibidos en su momento.

Cuando la obra civil estaba terminada en su mayor parte, fueron llegando como así estaba planificado, los equipos que compondrían la instalación. Unos terminados y listos para su entrada en servicio y otros tal como salieron de la calderería, preparados para ser pintados.

Ese pintado, al que sometimos a las columnas de destilación al igual que otros equipos, se efectuó conforme con las especificaciones más rigurosas para pintura, las cuales incluían un chorreado con arena según normas suecas a un grado apropiado (2 ½) para impedir que la pintura se desprendiera incluso a largo plazo.

Una vez pintadas y sopladas con aire a presión para eliminar el resto de arena usada en el chorreado, las colocamos en su ubicación y fuimos conectando equipos según el programa previsto. Aunque no todas las conexiones estaban expeditas, algunas de ellas por seguridad disponían de un disco ciego para evitar la entrada de cuerpos extraños.

Quisimos poner en circuito cerrado, en las pruebas en frío, un disolvente limpio que reciclado diera vueltas en cada una de las columnas de destilación, para comprobar el buen funcionamiento de esa sección de la planta. Así lo hicimos y cuál fue nuestra sorpresa al ver que todos y cada uno de los cierres de las bombas perdían líquido. El mismo líquido que entrando por cabeza de la columna, lo aspiraba la bomba por su base y lo devolvía a la cabeza.

Ése era el problema: “Las nuevas bombas centrífugas, perdían por su cierre mecánico”.

No hace falta poner en marcha el método analítico tal como vimos en el primer caso. Es muy sencillo determinar la causa del problema y no merece la pena, pero sí aplicar la misma técnica para que nos sirva de práctica.

¿Qué es problema?: Pérdida de líquido al exterior.

¿Qué no es problema?: Rotura del cuerpo, eje o rodete de las bombas

¿Dónde es problema?: 1) Por el cierre mecánico, 2) en la fábrica.

¿Dónde no es problema?: 1) Por otra parte distinta del cierre mecánico, 2) en el taller del fabricante.

¿Cuándo es problema?: Al poner en marcha por primera vez en la fábrica.

¿Cuándo no es problema?: En las pruebas en el taller.

¿Cuánto es problema?: No significativo, pues no ha de perder nada.

¿Cuánto no es problema?: No significativo, pues no ha de perder nada.

Lo que distingue el cuándo es del cuándo no es, así como las preguntas del dónde es  del dónde no es, es que:

Y lo confirmarían las preguntas de qué se hace, es y hay diferente, desde que ... hay problema.

Así que consideramos:

a)    El líquido vehiculado era disolvente cuando perdía y agua cuando no perdía.

b)    El líquido provenía de las columnas de destilación en vez del depósito del equipo de pruebas.

Que la causa fuese el disolvente la descartamos de inmediato, los materiales eran los apropiados. Y aunque no lo fuesen, no podían durar tan poco tiempo.

Por consiguiente sólo nos quedaba pensar en que las columnas de destilación tuviesen algún elemento o material que ocasionara el daño en los cierres mecánicos y su consecuente pérdida de líquido.

Desmontada la primera bomba vimos que el cierre había sufrido abrasión y ésta no podía provenir de otro sitio que no fuese de las columnas de destilación.


¿Qué sucedió? Los platos de las columnas contenían un gran número de válvulas cada uno de ellos, y el soplado con aire no fue lo suficientemente eficaz como para desalojar todo el polvo  acumulado en el chorreo de arena.


¿Qué se hizo mal? No colocar protecciones en cada una de las tubuladuras de las columnas que impidiesen que entrara polvo en su interior y no colocar un filtro muy tupido en la aspiración de cada bomba, para retener cualquier partícula sólida que pudiese llegar.

La novatada del uso de la nueva tecnología, la pagamos. Aprendimos, y no volvió a ocurrir.

El fabricante de las bombas estuvo al corriente de todo lo sucedido. ¿Aprendió también y evito con sus recomendaciones que eso les pasase a otros clientes? Eso ya no lo sabemos.